Parafraseando a Sigmund Freud en Más allá del principio del placer, dejemos que el poeta nos consuele de los lentos progresos de nuestro conocimiento:
Si no se puede avanzar volando,
bueno es progresar cojeando,
pues está escrito que no es pecado el cojear.
Friedrich Rückert, Die Mekamen des al-Hariri
2 comentarios:
Mi querida A:
A pesar de mi tristeza, coraje y frustración... seguiré cojeando... hasta que la muerte me lo impida...
Besos muchos
W:
¡Abrazos! Seremos dos. Se te extraña.
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